sábado, 26 de junio de 2010

RAMAS Y RAICES



Revista, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua corresponde al examen que se hace y publica de producciones literarias y, más adelante dice publicación periódica por cuadernos, con escritos sobre varias materias, o sobre una sola especialmente.

Las dos acepciones catalogan Ramas y Raíces dentro del concepto revista.

Esta recopilación es el producto de la perseverancia, de la huella, que deja nuestro paso, quizás lento y vacilante, por el largo y complejo sendero de la literatura. Esa voz que, lunes a lunes, se escucha en el auditorio con el mensaje que Internet ilumina el camino, la presencia del diario amarillento que también acude a nuestra ayuda y, naturalmente, la propia participación.

Pero por sobre todo, es la expresión escrita de cuánto se habla en las jornadas de lectura para perdurar, para hacerse coro con las impresiones que el lector necesitará compartir con el vecino.

Posiblemente, es el grito estentóreo que reclama un espacio en la comunidad: ¡existimos!

Quiero confesar mi profundo gozo por las emociones que me embargan en cada reunión de estas jornadas: con qué entusiasmo, vehemencia, cariño se muestra este amor por la palabra y como todos, impregnados de su encantamiento, de su hechizo logran ennoblecer sus corazones, fortalecer su espíritu y entrega nueva vida.

A estas sesiones – muy disciplinadas- llegan los escritores que dejan el mundo de su silencio en los libros de la biblioteca, para compartir su mensaje, la belleza del idioma con nosotros. Así estuvieron Ricardo Palma, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luís Borges, Juan Rulfo, Julio Cortázar que nos hace sentir la grandeza de la América hispana, completando la visión de los escritores chilenos, conocida el año pasado.

Así la lectura es personal, cuando tenemos un libro en las manos, pero es colectiva cuando la integramos al grupo y participamos de su mensaje.

La lectura es un placer, dice la Cámara Chilena del Libro y, ya, sin duda forma parte de nuestros hábitos, pero la otra cara de la moneda – la escritura- está constituyendo en nosotros una necesidad para romper el cerco solitario, dejar testimonio de cuánto hemos visto –aquello que ha dejado de ser-, y re-vivir los días pasados con toda la emoción que significa el reencuentro con ese pretérito lejano.

Aquí estamos plenos de vigor, de envidiable dicha al entregar al conocimiento público estas Ramas y Raíces, convencidos que van a germinar en nuevas ramas y raíces que es la tierra generosa, el alma de todos ustedes.

Sergio Bueno

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